Teoría de la Personalidad Karen Horney: Apego

27.05.2021

Karen Horney

Nació en Alemania en 1885. Estudió Medicina en las universidades de Friburgo, Gotinga y Berlín, que aceptaban mujeres desde hacía muy poco, y se graduó en 1913. 

Karen Horney comenzó como teórica psicoanalítica, pero pronto encontró que las ideas freudianas clásicas resultaban demasiado restrictivas en relación con los motivos sexuales y agresivos. Ella amplió y modificó el psicoanálisis clásico con sus concepciones de: 

• La niñez como un periodo de indefensión ansiosa y de ira oculta hacia los adultos todopoderosos, pero indiferentes. 

• Las estrategias neuróticas para afrontar la angustia y el enojo que alejan a la persona del verdadero yo; la persona neurótica no se siente cómoda en su propia piel por lo que debe evitar, atacar o someterse por completo ante los otros. 

• Los hombres envidian la capacidad femenina de dar a luz (envidia del útero) y amamantar. 

• Un complejo de Edipo desexualizado, en el cual los temas centrales son el poder y el amor más que la sexualidad y la culpa.  

• La importancia de la cultura, no de la biología, en la determinación de la estructura de la personalidad y las áreas de conflicto.  

APEGO ANSIOSO: Represión DE LA HOSTILIDAD BÁSICA PARA LA SUPERVIVENCIA Y LA SEGURIDAD 

Los padres indiferentes y poco cariñosos dejan en sus hijos un sentimiento de dependencia, temor, indefensión o culpa. Dichos sentimientos obstaculizan su capacidad de experimentar por completo su hostilidad básica o de expresar su enojo por el maltrato que reciben (Horney, 1937, p. 85). El resultado de la ebullición en su interior de la hostilidad y el enojo es que el niño siente que no es digno de afecto y un sentimiento resultante de apego ansioso hacia los padres que lo rechazan. 

La relación de algunos niños hacia un adulto indiferente es como una declaración al efecto de que "tengo que reprimir mi hostilidad porque te necesito" (Horney, 1937, p. 86). Al reprimir las expresiones de hostilidad hacia los adultos, el niño puede desplazar esos sentimientos hostiles en contra de un blanco seguro, su propio yo. Para otros niños, la represión de la hostilidad es un producto del temor a la intimidación de sus padres. Su conducta significa que "tengo que reprimir mi hostilidad porque te tengo miedo" (Horney, 1937, p. 86). 

Por último, los niños cuyos padres expresan un afecto superficial o falso pueden, no obstante, aferrarse a ellos de manera desesperada. Su relación significa "tengo que reprimir mi hostilidad por miedo a perder tu amor" (Horney, 1937, p. 86). En todas esas situaciones, el niño trata de mantener un contacto satisfactorio con las figuras de los padres.  

Otros niños responden a la maldad básica mediante el desanollo de una actitud dócil como defensa de autoprotección. Si llegan a sentir que sólo pueden sobrevivir si obedecen y apaciguan a los otros ("si me quieres no me lastimarás "), pueden mostrar al mundo una personalidad pasiva, no asertiva, apaciguadora para resolver sus problemas de supervivencia (Horney, 1937, p. 97). 

Otros niños desanollan la actitud de que la vida es una batalla que debe ser luchada manteniendo una postura agresiva hacia los otros: "si tengo poder no seré lastimado" (Horney, 1937, p. 97). La interacción característica de esos niños con los demás implica mantenerlos a distancia o dominarlos. 

Por último, los niños pueden alejarse de los otros para resolver el conflicto entre la hostilidad básica no expresada y la angustia básica: "si me alejo, nada podrá lastimarme" (Horney, 1937, p. 99). Esos niños evitan cualquier interacción emocional importante.  


Referencias

Horney, K. (1937) Capitulo 10 Enfoque psicoanalítico social. pp. 228-144

© 2021 . Todos los derechos reservados.
Creado con Webnode
¡Crea tu página web gratis! Esta página web fue creada con Webnode. Crea tu propia web gratis hoy mismo! Comenzar